Esto se confirmó a través de un estudio realizado por dos equipos de científicos, uno en Estados Unidos y otro en China, quienes determinaron que a partir de esta bebida alcohólica podría haber una alternativa para un tratamiento contra estas enfermedades.
COMPUESTO DEL VINO
Investigadores de la Universidad de Buffalo y de la Universidad Médica de Xuzhou en China revelaron que el compuesto conocido como resveratrol, hallado de forma natural en el vino tinto, tiene efectos directos sobre la enzima que controla el estrés y la ansiedad.
El estudio identificó en primera instancia que el resveratrol tiene efectos antidepresivos, pero lo que no se sabía -y que se convirtió en el hallazgo principal- es que trabaja directamente sobre la enzima fosfodiesterasa 4 (PDE4), la cual se encuentra en la corticosterona.
El resveratrol se encuentra regularmente en la piel y en las semillas de las uvas, así como en las bayas, ingredientes principales para elaborar el vino tinto.
ASI FUNCIONA CORTICOSTERONA
La corticosterona se encarga de regular la respuesta del cuerpo al trastorno del estrés, por lo que se le conoce como una de las “hormona del estrés”. Cuando el individuo se encuentra muy estresado, puede desarrollar una producción excesiva de esta hormona que incluso le podría provocar depresión.
Uno de los efectos adversos de la producción excesiva de la enzima PDE4 es que reduce los niveles de monofosfato de adenosina cíclico. Esta molécula funciona como un transmisor de las modificación fisiológicas como la división, el cambio o la muerte celulares.